Introducción a la Fenomenología Musical (I)

La fundación de la Fenomenología por Edmund Husserl supone uno de los mayores avances en la Filosofía y, por ende, en el pensamiento humano, acaecido en los últimos siglos.

Desde el pensamiento de Descartes, por una parte, y el advenimiento, por otra, de lo que podría darse en llamar la “Era Positivista”, en detrimento del Humanismo y de la subjetividad, el enfoque a la vez filosófico y científico de Husserl, lejos por otra parte de cualquier intento de contentar a ambas partes, supone un giro en el enfoque de la concepción del mundo, reivindicando la figura del ser sobre la coseidad, del individuo sobre la materia, de la subjetividad bien entendida sobre el positivismo atroz y canibalizante,
aunque sin caer tampoco en la utopía que acaba significando el Idealismo filosófico.

La Filosofía, a principios del XX, sufre una profunda crisis determinada de una parte de la crítica vertida por filósofos como Nietzsche o Marx, y todos quellos quienes han mostrado en sus obras los errores, excesos e insuficiencias del idealismo, el cual, como la Metafísica, ha servido en multitud de ocasiones para ofrecer explicaciones poco fundamentadas e incluso en ocasiones incoherentes, sin base lógica-racional,  y de otra, de la preponderancia arquirida por las ciencias naturales en la segunda mitad del siglo XIX. El triunfo positivista que éstas promulgan dan la convicción a gran parte de las personas versadas, de que es el conocimiento científico el que establece el conocimiento racional, por lo que todo subjetivismo es no ya insuficiente sino absurdo para ofrecer una explicación racional, y mucho más para constituirse en saber, condenando a la Filosofía y, por ende, a cualquier actividad subjetiva humana a una inutilidad y extinción seguras. Las corrientes filosóficas de esa época, lógicamente, se concentrarán en la superación del idealismo, al que consideran una tara que les impide “competir” contra el positivismo.

La creación de la Fenomenología por Husserl no puede pasar desapercibida tampoco al mundo de la Historia del Arte ni a la crítica de Arte, y mucho menos a la de la Música. El enfoque fenomenológico, que no es sino la racionalización de las realidades existentes, desde el punto de vista inevitable de uno mismo, del yo subjetivo e individual. Afortunadamente, no siendo “definitivo”, puesto que el pensamiento, como el propio Ser Humano, evoluciona y continúa imparable dicha evolución, el enfoque fenomenológico supone una visión racional y consciente del mundo de la vida, de todas aquellas experiencias que existen en el mundo físico, y de cómo dicho conocimiento llega a nosotros y es comprendido.

Esta es la gran importancia que adquiere la Fenomenología: nos hace ver no ya una realidad científica consensuada, una fisicidad tangible, supuestamente igual y general para todo el mundo, lo que sería el moto de una fuente secundaria del conocimiento como son las distintas Ciencias, sino que, despojada de cualquier trascendencia de origen psíquico o psicológico, nos revela la realidad de la mera cosa y de nosotros mismos como sujeto de dicho conocimiento.